domingo, 18 de octubre de 2015

No me rompas más.

Llegas,
me miras con esa cara de niño,
y sonríes.
Llego,
te miro con ganas de quererte,
y me rompes.

Siempre me rompes.
Me rompes los esquemas,
el corazón,
la vida,
mis planes,
mi futuro,
me rompes hasta las medias.

Y yo ya no sé que decirte
si te vas
y me dejas a medio querer
y con mi cara de niña
me siento a esperarte
para que vuelvas
y me digas de una vez que te vas a quedar para siempre, 
pero eso nunca sucede.

Y nunca puedo decirte que no,
no pienso con claridad cuando tu estas a mi lado,
no puedo quererte más porqué sería quererte menos
y
es que 
no puedo no echarte de menos.

Solo te pido una cosa,
que cuando vengas,
me mires con esa cara de niño
y me sonrías,
te quedes después,
y dejes de romperme tanto.






MR.



jueves, 10 de septiembre de 2015

Miradla.

Miradla, va por la calle con la cabeza bien alta. A paso ligero.
Va con los auriculares puestos, escuchando música.
¿Qué escuchará?
Tal vez alguna canción de Melendi.

O de Justin Bieber.
O de Miley, quizás.
O tal vez alguna de esas canciones que te transportan a otro mundo.
Un mundo paralelo, lleno de recuerdos.
Igual está recordando a su primer amor.
O tratando de memorizar las pecas de la cara de su imposible.


En cualquier caso, a esta chica, que camina firme, lo más probable es
que le esté temblando el corazón cuando se pone la siguiente canción,
en la que se resume su desastroso historial amoroso.



domingo, 30 de agosto de 2015

El mejor recuerdo de todos.

Y no sé quizás fue la extraña costumbre de cruzar los dedos cuando me decías que no volverías a pisar la calle donde nos encontrábamos. O quizás el hecho de esas sonrisas fugaces que nos cruzábamos cuando nos veíamos. O quizás tus palabras. No sé, el hecho fue que me enamore de ti. Y si, muchos pensarán que fue un error -y que lo es- el enamorarse de un imposible, pero que le vamos a hacer soy así, y me enamoro de los pequeños detalles, como tus pecas alrededor del cuello y de tus lunares en la espalda. De esas sonrisas gastadas a juego con tus zapatillas o de esos vaqueros que te quedaban tan bien.
Y pensarás que son cosas sin importancia. Que nunca dirías y que nunca pensarías que yo me hubiera enamorado de ellas. Pero así es y así fue, me enamoré de esas tonterías que no se dicen pero que las sientes y te hacen tener los pelos de punta. Y de tu voz, de tu risa y de esas arrugas que te salían al rededor de los ojos cuando te explicaba un chiste de los míos.

Y ahora sé, que vivo enamorada de un recuerdo, pero el mejor recuerdo de todos.



domingo, 16 de agosto de 2015

El amanecer de tus ojos.

Qué bonito era verte. Sentir que algo latía,
aunque, no dentro,
cerca de mí.

Ven.

Quiero poder contar los lunares de tu espalda.
Tocar cada una de las grietas de tus labios, saborearlas.
Chocar tus dientes con los míos.
Enredar mis dedos en tu pelo, tirar de él.
Escuchar tus suspiros, al ritmo de mis gemidos.

Ven.

Quiero sentir el tacto frío de tus manos, juntándose con las mías.
Enroscar mis piernas con las tuyas.

Ven.

Quiero ver cómo no puedes controlarte.
Notar estallar tu ansiedad por tocarme.
Clavar mis uñas en tu piel, arrancártela.
Quitarte la ropa.

Acércate a mí.

Ven.

Muérdeme, rápido.
Fóllame, lento.


Quiéreme.

Quiéreme bien.